En el post anterior, mencioné las «7 llaves para descifrar el Apocalipsis» y cómo las cuarta, quinta y sexta llave están agrupadas bajo el concepto de «tipologías proféticas».
Estas tipologías proféticas son un método de interpretación en el que ciertos símbolos, personajes o acciones del Antiguo Testamento actúan como prefiguraciones, es decir, ejemplos que apuntan a verdades espirituales más profundas o acontecimientos futuros más significativos.
Esas prefiguraciones encuentran su cumplimiento en el Nuevo Testamento, especialmente en la vida y obra de Jesucristo, lo que incluye: su primera venida, su ministerio sacerdotal y su segunda venida.
En teología, estas prefiguraciones se denominan «tipos», una palabra de origen griego que significa «ejemplo», «modelo», «sombra» o «maqueta». Cuando se cumple el tipo, se le llama «antitipo». Los tipos suelen ser literales, mientras que los antitipos son de naturaleza simbólica.

En posts anteriores, ya hemos hablado de símbolos y de historias paralelas. En este post, nos vamos a centrar en los patrones proféticos, y analizaremos un ejemplo que probablemente hayas escuchado mencionar: «Los tres Elías».
Pero no te vayas sin leer todo el post, porque hacia el final veremos un segundo ejemplo que seguramente te sorprenderá.
Índice de Contenidos
- Patrones profeticos
- Los 3 Elías
- El Profeta Elías
- Juan el Bautista
- 1. Herodías, la madre de Salomé, (al igual que Jezabel) fornicaba.
- 2. El rey Herodes, al igual que Acab, fornicaba con Herodías.
- 3. Al igual que Jezabel, Herodías manipulaba al rey para sus fines.
- 4. El fin de Herodías era matar al profeta Juan el Bautista.
- 5. Juan el Bautista (al igual que Elías) Llevó a los hijos de Israel a convertirse a Jehová.
- Apocalipsis
- Otras historias que confirman el patrón
- Resumen de lo que el patrón nos indica
Tabla de contenidos
TogglePatrones profeticos
Lo primero que deseo explicarte es cómo funcionan los patrones proféticos.
El estudio de estos patrones es un aspecto fundamental de la teología y la exégesis bíblica. Muchos teólogos y estudiosos han descubierto patrones recurrentes en las Escrituras.
Estos patrones son claves en la interpretación de profecías, ya que muestran cómo ciertas historias o eventos bíblicos se encadenan mediante un mismo esquema o estructura.
Estamos hablando de una profecía que está encadenada a varias historias de la Biblia, unidas a través de un patrón. Este patrón se basa en lo que llamamos «paralelismos», que no son otra cosa que símbolos, personajes o acciones que se repiten en diferentes contextos bíblicos.

Estos paralelismos pueden parecer coincidencias o elementos comunes, pero en realidad reflejan una intención divina.
Dicho de otra manera: los patrones proféticos y los paralelismos son maneras distintas de describir lo mismo.
Ahora bien, y aquí viene lo importante:
Para evitar interpretaciones forzadas o imaginarias, es muy importante que los paralelismos que demuestran el patrón siempre deben estar autorizados por la Biblia. No se pueden inventar. Dios utiliza este lenguaje para que el pueblo de Dios pueda interpretar los símbolos.
Solo aquellos que conocen las historias de las Escrituras estarán capacitados para ver los paralelismos. Esto no tiene por qué ser subjetivo. En profecía no debemos adivinar, ya que solo tomaremos como válidos aquellos patrones que son extremadamente evidentes, por la cantidad de paralelismos que los confirman.
Es decir, donde la razón nos indica que son tantas las coincidencias, que hace imposible la casualidad y se ve claramente una revelación intencional.
O, señalados directamente por el texto bíblico, ya que la Biblia los vincula explícitamente. Cualquiera de las dos es suficiente, aunque muchas veces se dan ambas.
Existen dos tipos de paralelismos:
- Universales: que aparecen en todas las historias donde encontramos el patrón.
- Selectivos: que aparecen en varias, pero no en todas.

Este tema es muy importante. No es necesario que cada elemento común o coincidencia aparezca en todas las historias.
Una vez que la relación entre las historias está demostrada, y se ve claramente la vinculación entre ellas por la cantidad de coincidencias que tienen en común, es muy probable que encontremos otros paralelismos «selectivos» que nos ayuden a descifrar los símbolos, y que, aunque no sean universales, aun así, su relación es evidente.
Otro tema importante es que lo que llamamos historia 1, historia 2, etc., muchas veces no es otra cosa que varias profecías que se han ido cumpliendo a lo largo de la historia.
De esta forma, Dios utiliza una misma historia o un mismo patrón para profetizar varios eventos. Seguramente oíste hablar de una profecía de doble cumplimiento.
Bueno, esto está relacionado, pero por supuesto lo veremos más adelante y no es el tema de este post, pero no quería dejar de mencionarlo.
Lo importante, tal como dijimos anteriormente, es que los paralelismos que demuestran el patrón siempre deben estar autorizados por la Biblia. Muchas veces se utilizó esta herramienta o llave de patrones proféticos para llegar a conclusiones erróneas. Sistemas teológicos enteros se han desvirtuado de la sana doctrina por no respetar este principio.
Pero pasemos de la teoría a la práctica y veamos un ejemplo que nos ayudará a entender fácilmente lo que venimos explicando, ¡y vas a ver qué interesante!
Los 3 Elías
Seguramente habrás escuchado hablar de los tres Elías. Empecemos por la primera historia: la del profeta Elías.
El Profeta Elías
Un profeta que vivió en el siglo IX a.C., y su vida y obra es narrada principalmente entre 1 Reyes capítulo 17 y 2 Reyes capítulo 2.
Elías era un profeta que vivió en la época del rey Acab, el cual estaba casado con una mujer llamada Jezabel.
1. Jezabel era una madre que fornicaba y era hechicera
Jezabel era una madre que fornicaba y era hechicera. Tal como la describe 2 Reyes 9:22, donde habla de «las fornicaciones de Jezabel, tu madre, y sus muchas hechicerías.»
Cuando vio Joram a Jehú, dijo:—¿Vienes en son paz, Jehú?Él respondió:—¿Qué paz puede haber con las fornicaciones de Jezabel, tu madre, y sus muchas hechicerías? 2 Reyes 9:22
¿Por qué la Biblia dice que Jezabel fornicaba? Porque era la cabeza de un sistema de adoración falsa. En 1 Reyes 18:19, nos dice que los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Asera comían de la mesa de Jezabel.
Manda, pues, ahora a que todo Israel se congregue en el monte Carmelo, con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel. 1 Reyes 18:19
Y tú te preguntarás: ¿qué tiene que ver ser idólatra con ser fornicaria? Bueno, en la Biblia, mucho. Porque para Dios, la idolatría es fornicación. En la simbología bíblica, la iglesia verdadera es la mujer y Jesús el esposo, y cuando se adoran otros dioses, es equivalente a fornicar.
Por eso son muchos los textos que relacionan la idolatría con la fornicación.
En Oseas 4:12, hablando sobre el pueblo que le consulta a su ídolo de madera, dice:
porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar. Oseas 4:12
Como en Hechos 15:20, donde exhorta a que se abstengan de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, etc.
sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Hechos 15:20
En 1 Corintios 10:7-8, dice:
7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: «Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar.» 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 1 Corintios 10:7-8
Haciendo referencia al incidente del pueblo de Israel en el desierto, donde en Números 25:1-2 dice que «el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab».
1 Israel estaba en Sitim cuando el pueblo empezó a prostituirse con las hijas de Moab, 2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; el pueblo comió y se inclinó a sus dioses. Números 25:1-2
Por mencionar solo algunos textos donde Dios llama fornicarios a los que adoran ídolos. Es crucial que entiendas este concepto: para Dios, los que adoran ídolos son fornicarios.
2. El rey fornica con Jezabel
Si bien Jezabel era la cabeza de un sistema religioso falso, Acab, que representaba al poder civil, ya que era el rey, también había fornicado con Jezabel.
En 1 Reyes 16:31, dice que tomó por mujer a Jezabel y fue y sirvió a Baal y lo adoró.
…tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los sidonios, y fue, sirvió a Baal y lo adoró. 1 Reyes 16:31
Elías lo acusaba a Acab de ser fornicario, diciéndole:
…tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los Baales. 1 Reyes 18:18
3. Jezabel manipulaba al rey para sus fines
Dice 1 Reyes 21:25:
Pero no hubo nadie como Acab, que se vendió a hacer lo malo ante los ojos de Yahveh, porque Jezabel, su mujer, lo incitó. 1 Reyes 21:25
4. Su fin (el de Jezabel) era matar a los verdaderos profetas
En 1 Reyes 18:4, dice que Jezabel destruía a los profetas de Jehová.
pues cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová… 1 Reyes 18:4
Y en 1 Reyes 19:1, dice que había ejecutado a espada a todos los profetas. Y en el versículo 2, dice que tenía la firme decisión de matar a Elías también.
1 Acab dio a Jezabel la noticia de todo lo que Elías había hecho y de cómo había matado a espada a todos los profetas. 2 Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero para decirle: «Traigan los dioses sobre mí el peor de los castigos, si mañana a estas horas no he puesto tu persona como la de uno de ellos.» 1 Reyes 19:1-2
5. Elías lleva a los hijos de Israel a convertirse al Jehová
En 1 Reyes 18:30-40, cuenta que Elías arregló el altar de Jehová que estaba arruinado. Luego, cayó fuego de Jehová, el cual consumió el holocausto. Y viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios! Y finalmente, los profetas de Jezabel, y más tarde ella misma, son destruidos.
…Elías arregló el altar de Jehová que estaba arruinado. 1 Reyes 18:30
Entonces cayó fuego de Jehová y consumió el holocausto… 1 Reyes 18:38
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: «¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!» 1 Reyes 18:39
En la Biblia, existe una vinculación intencionada entre el profeta Elías y Juan el Bautista.
Juan el Bautista
En el post anterior, se menciona que no podemos buscar historias paralelas que sean forzadas o imaginativas. Solamente podemos hacerlo si el texto nos autoriza, a través de:
- La cantidad de elementos que no dejan lugar a dudas sobre el paralelismo.
- O si están autorizadas directamente por el texto bíblico.
En este caso, se cumplen ambas condiciones. ¿Autoriza el texto bíblico a relacionar a Juan el Bautista con el profeta Elías? Sí, y más de una vez.
Cuando el ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan el Bautista, en Lucas 1:17 le revela a Zacarías, su padre, que Juan nacerá “con el Espíritu y el poder de Elías”.
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías… Lucas 1:17
Más adelante, Jesús confirma dos veces que Juan el Bautista era el Elías que debía venir a preparar el camino del Mesías.
En Mateo 11:14, refiriéndose a Juan el Bautista, dice:
…Él es aquel Elías que había de venir. Mateo 11:14
Y después, en Mateo 17, Jesús dice: “Elías vendrá primero y restaurará todas las cosas”, aclarando luego el texto en el versículo 13 que “los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista”.
11Respondiendo Jesús, les dijo:—A la verdad, Elías viene primero y restaurará todas las cosas. 12Pero os digo que Elías ya vino, y no lo conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá a manos de ellos.13Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista. Mateo 17:11-13
Ahora bien, en Juan 1:21, los levitas le preguntan a Juan el Bautista si él era Elías, y él respondió: “No soy”.
Y le preguntaron:—¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías?Dijo:—No soy… Juan 1:21
¿Quiere decir esto que Juan contradijo al ángel Gabriel y a Jesús? Por supuesto que no. Juan tenía razón. Él no era Elías, sino que, tal como dijo el ángel Gabriel (Lucas 1:13), Juan vendría “con el espíritu y el poder de Elías”.
¿Cuál era el espíritu y el poder de Elías que se manifestó en Juan?
Para entender esto, debemos conocer y comparar ambas historias. Existen tantos elementos en común entre la historia de Elías y la de Juan el Bautista que es imposible no darse cuenta de que son dos historias paralelas. Por lo tanto, una historia debe estudiarse a la luz de la otra para entenderla mejor.
Vamos a poner los puntos de la historia anterior en un gráfico para compararlos con esta, donde se puede ver que los personajes que rodean a Juan el Bautista son análogos a los de Elías.

1. Herodías, la madre de Salomé, (al igual que Jezabel) fornicaba.
En este caso, con el hermano de su exmarido, que también era el rey.
2. El rey Herodes, al igual que Acab, fornicaba con Herodías.
Mateo 14:3 dice:
Herodes había prendido a Juan, lo había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe. Mateo 14:3
Al igual que Elías acusaba al rey Acab, Juan el Bautista acusa al rey Herodes de su fornicación. Le decía:
porque Juan le decía: «No te está permitido tenerla.» Mateo 14:4
Entonces, Herodes, al ser reprendido por Juan el Bautista sobre su matrimonio ilícito con Herodías, lo encerró en la cárcel.
19 Entonces Herodes, el tetrarca, era reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y por todas las maldades que Herodes había hecho. 20 Sobre todas ellas añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel. Lucas 3:19-20
3. Al igual que Jezabel, Herodías manipulaba al rey para sus fines.
En Marcos 6 dice que, aunque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero lo escuchaba de buena gana.
porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, se quedaba muy perplejo, pero lo escuchaba de buena gana. Marcos 6:20
Sin embargo, aunque el rey se entristeció mucho, a causa del juramento, finalmente tuvo que ceder a los deseos de Herodías de matar a Juan el Bautista, aunque no quisiera. Ya que ese era el objetivo final de Herodías.
El rey se entristeció mucho, pero a causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desairarla. Marcos 6:26
4. El fin de Herodías era matar al profeta Juan el Bautista.
Cuando Herodes le dijo a Salomé que pidiera lo que quisiese hasta la mitad de su reino, ella consultó con su madre sobre qué debía pedirle. En Marcos 6:24, dice que su madre le dijo:
Saliendo ella, dijo a su madre:—¿Qué pediré?Y esta le dijo:—La cabeza de Juan el Bautista. Marcos 6:24
5. Juan el Bautista (al igual que Elías) Llevó a los hijos de Israel a convertirse a Jehová.
En Lucas 1:16-17, hablando de Juan el Bautista, dice que “hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos” para, entre otras cosas, “preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”.
16 Hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor, su Dios. 17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Lucas 1:16-17
Hasta aquí, tenemos claramente dos historias paralelas. Donde no solo las palabras del ángel Gabriel y de Jesús nos autorizan a vincularlas, sino que hay tantos elementos en común que es imposible no ver el paralelismo. Y aún hay más, que veremos más adelante.
Lo curioso es que, así como el ángel Gabriel le profetizó a Zacarías que su hijo sería un segundo Elías, que iría delante de él con el espíritu y el poder de Elías para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto, de la misma forma, el profeta Malaquías profetiza en el capítulo 4 refiriéndose a la segunda venida de Cristo:
Ciertamente viene el día, ardiente como un horno,y serán estopa todos los soberbios y todos los que hacen maldad.Aquel día que vendrá, los abrasará,dice Jehová de los ejércitos,y no les dejará ni raíz ni rama. Malaquías 4:1
Luego en el versículo 5 dice:
He aquí, yo os envío al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Malaquías 4:5
La pregunta es: además de que la Biblia nos autoriza a relacionar estos tres textos, ¿encontramos en las profecías del Apocalipsis suficientes paralelismos en común para afianzar esta vinculación?
Acompáñame a comprobarlo. No solo te vas a sorprender, sino que también descubriremos juntos que este nuevo paralelismo ya se convierte en un patrón que nos ayudará a entender mejor los textos del Apocalipsis, porque guardan relación con los textos de Elías.
Apocalipsis
1. Hay una gran ramera (madre de otras rameras).
En Apocalipsis 17 encontramos que, al igual que en la historia de Elías, hay una “gran ramera” y un misterio alrededor de ella que este patrón sin duda nos puede ayudar a resolver.
Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo, diciendo: «Ven acá y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas. Apocalipsis 17:1
Es llamada “Babilonia” y también “la grande”, porque es la madre de otras rameras. Es decir, está la madre ramera y las rameras hijas.
2. Los reyes de la tierra fornican con la gran ramera.
De la misma forma que Jezabel fornicaba con Acab de forma espiritual al practicar idolatría y Herodías fornicaba con Herodes de forma literal, en el mismo capítulo 17 de Apocalipsis nos dice que “los reyes de la tierra también fornicaron con esta mujer ramera”.
Con ella han fornicado los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación». Apocalipsis 17:2
3. Manipulaba al poder civil para sus fines.
Esta mujer también manipulaba al poder civil. Por eso, en Apocalipsis 17:3, la mujer se describe “sentada sobre la bestia”. Siempre el que se sienta sobre la bestia es el que la dirige.
Me llevó en el Espíritu al desierto, y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Apocalipsis 17:3
4. Mataba a los verdaderos profetas e hijos de Dios.
Y qué casualidad, que su objetivo es exactamente el mismo que tenían Jezabel y Herodías. En Apocalipsis 17:6 se nos dice que estaba ebria de la sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús.
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús. Cuando la vi quedé asombrado con gran asombro. Apocalipsis 17:6
Y en Apocalipsis 18:24 se nos dice que en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos.
En ella se halló la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido muertos en la tierra.» Apocalipsis 18:24
Finalmente, aquellos que tengan el espíritu de Elías en el día grande y terrible, antes de la segunda venida de Cristo, también:
5. Llevan a los hijos de Dios a convertirse a Jehová.
Tal como dice la profecía de Malaquías 4:
5 »Yo os envío al profeta Elíasantes que venga el día de Jehová,grande y terrible.6 Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos,y el corazón de los hijos hacia los padres,no sea que yo venga y castigue la tierra con maldición.»Malaquías 4:5-6

Si en este punto se hace evidente el patrón, espera, porque las similitudes no terminan ahí. Hay muchas más que no dejan lugar a dudas de estos paralelismos.
Ahora que hemos visto suficiente evidencia que no deja lugar a dudas de la vinculación entre estas historias, vamos a repasar algunos paralelismos selectivos, es decir, entre el Apocalipsis y el profeta Elías, que sin duda seguirán arrojando luz sobre los símbolos proféticos.
En 2 Reyes 9:22 dice que “Jezabel realizaba muchas hechicerías”:
…¿Qué paz puede haber con las fornicaciones de Jezabel, tu madre, y sus muchas hechicerías? 2 Reyes 9:22
Lo mismo que dice de Babilonia, que como ya hemos visto anteriormente, es la gran ramera donde la acusa en Apocalipsis 18:23 de que “por su hechicería fueron engañadas todas las naciones”.
…porque tus mercadereseran los grandes de la tierray por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. Apocalipsis 18:23
Fíjate qué curioso, hasta las dos mueren exactamente de la misma forma. En 2 Reyes 9:36 dice que “comerán los perros las carnes de Jezabel”, y en Apocalipsis 17:16 dice que “aborrecerán a la ramera… y devorarán sus carnes”.
…En la heredad de Jezreel se comerán los perros las carnes de Jezabel. 2 Reyes 9:26
los diez cuernos que viste, y la bestia, aborrecerán a la ramera, la dejarán desolada y desnuda, devorarán sus carnes y la quemarán con fuego. Apocalipsis 17:16
Es alimentada (al igual que Elías). En 1 Reyes 17:4 y 6, dice que Elías fue alimentado por Dios de forma milagrosa durante todo el tiempo que duró la sequía.
4 Beberás del arroyo; yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.» 6 Los cuervos le traían pan y carne por la mañana y por la tarde, y bebía del arroyo. 1 Reyes 17:4,6
¿Cuánto tiempo fue eso? Bueno, Santiago 5:17 no deja dudas. Fue exactamente durante tres años y seis meses.
Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Santiago 5:17
Y en Apocalipsis 12:14, dice que la mujer también fue alimentada durante “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. Que es exactamente la misma forma de expresar los tres años y seis meses.
Pero se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila para que volara de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Apocalipsis 12:14
Así que si deseamos conocer el significado de los símbolos, números y períodos de tiempo en el Apocalipsis, una herramienta fundamental es analizarlos a la luz de estos patrones tan evidentes.
Si, por ejemplo, buscamos comprender a qué grupo representan los enigmáticos siete mil hombres mencionados en Apocalipsis 11:13, ¿no deberíamos examinarlos a la luz de lo que ocurre con los siete mil hombres de la historia de Elías, en 1 Reyes 19:18, dado que se encuentra dentro del mismo patrón?
Pero sigamos profundizando un poco más en este principio.
Otras historias que confirman el patrón
Una vez que la Biblia nos permite reconocer un patrón, es muy probable que existan otras historias que confirmen aún más el mismo patrón que venimos estudiando.
La primera pregunta que surge es: ¿existe en la Biblia otra mujer ramera y adúltera, ya sea literal o simbólica, que haya intentado matar a un profeta?
No tenemos que pensar mucho. De inmediato recordamos al Sanedrín y su persecución contra Jesús. Al repasar rápidamente los paralelismos, notamos que encajan tan perfectamente que es imposible que sea una coincidencia.
Ezequiel, capítulo 16, es otro lugar en la Biblia que muestra cómo, para Dios, la idolatría es equiparada con la fornicación. De hecho, todo el capítulo 16 es una alegoría, donde Jesús es el esposo de su iglesia, y la iglesia es la esposa.
Esta esposa, rechazando a su esposo, es descrita en el versículo 32 como «como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a extraños.»
Fuiste como la mujer adúltera que en lugar de su marido recibe a extraños. Ezequiel 16:31
Ese rechazo al esposo, dos versículos antes, es descrito como «obras de una ramera descarada.»
Nadie encaja mejor en estas descripciones que el Sanedrín, que rechazó al esposo con gran vehemencia, pues se enorgullecían de ser «los hijos de Abraham.»
El versículo 15 lo expresa claramente:
confiaste en tu hermosura y te prostituiste a causa de tu renombre. Ezequiel 16:15
Además, en el mismo capítulo se refiere a la adúltera como «madre» y menciona a sus hijas. Aquí algunos versículos adicionales.

Siguiendo el mismo patrón de las otras historias paralelas, así como Jezabel fornicó con el rey Acab y Herodías con el rey Herodes, el Sanedrín «fornicó» con el rey César, cuando en Juan 19:15 los principales sacerdotes declararon: «no tenemos más rey que César», rechazando a Cristo como el verdadero rey.
Pero ellos gritaron:—¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo!Pilato les dijo:—¿A vuestro Rey he de crucificar?Respondieron los principales sacerdotes:—¡No tenemos más rey que César! Juan 19:15
De igual manera, en el tiempo del fin, los reyes de la tierra fornicarán con la gran ramera.
El objetivo final de la ramera siempre ha sido eliminar a los profetas de Dios y a sus seguidores, como hemos visto en el caso de Jezabel y Herodías.
Exactamente lo mismo ocurrió con el Sanedrín y su deseo de eliminar a Jesús, tal como relata Juan 11:50, donde se menciona que ya habían acordado matarlo.
ni os dais cuenta de que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Juan 11:50
Así sucederá en el tiempo del fin, cuando la ramera estará ebria de la sangre de los seguidores de Jesús. Para lograr este fin, la ramera debe «dirigir» o «manipular» al poder civil.
Recuerda que Acab respetaba y escuchaba a Elías (1 Reyes 21:27-29), que Herodes temía a Juan el Bautista (Marcos 6:20), y que Pilato no quería matar a Jesús (Lucas 23:22).
Por tanto, al igual que Jezabel y Herodías tuvieron que dirigir y manipular a los reyes para lograr sus objetivos, el Sanedrín también manipuló al poder civil, en este caso, Pilato.
Juan 19:12-16 describe cómo Pilato procuraba soltar a Jesús, pero los judíos le presionaban, diciendo: «si sueltas a este, no eres amigo de César.» Fue tal la presión que Pilato finalmente cedió y lo entregó para que fuese crucificado.
Así ocurrirá en el tiempo del fin. La mujer ramera manipulará a los reyes de la tierra, porque, como dice Apocalipsis 17:18, reina sobre ellos.
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.» Apocalipsis 17:18

Presta atención, porque aquí viene un dato importante que este patrón revela y que debemos tener en cuenta.
Primero, la gran ramera siempre se encuentra en el seno del pueblo de Dios. Jezabel y Acab eran reyes del pueblo de Israel. Herodías y Herodes, técnicamente y religiosamente, también eran considerados judíos debido a la conversión de sus ancestros al judaísmo, y así lo proclamaba Herodes.
Si esto no fuera cierto, la acusación de Juan el Bautista no tendría sentido, ya que su matrimonio era ilícito según la ley judía. Entonces, eran reyes judíos aunque al servicio de Roma. El Sanedrín era la máxima autoridad judía.
La pregunta es: ¿será la gran ramera de Apocalipsis una autoridad que surja del seno del pueblo de Dios?

El segundo punto importante que revela este patrón, y que nos afecta directamente, es que la gran ramera siempre tiene gran influencia sobre el pueblo de Dios y los incita a pecar.
De la misma manera que: Jezabel seducía a los siervos de Dios para fornicar, Herodías instigó a su hija Salomé a pedir la cabeza de Juan y el Sanedrín incitó a la multitud a pedir la muerte de Jesús.
Mateo 27:20 nos dice que los principales sacerdotes y ancianos persuadieron a la multitud para que Jesús fuera muerto.
Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiera a Barrabás y que se diera muerte a Jesús. Mateo 27:20
Y de la misma forma, Apocalipsis 14:8 dice que la gran ramera, Babilonia, hizo que todas las naciones bebieran del vino de la ira de su fornicación.
Otro ángel lo siguió, diciendo: «Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.» Apocalipsis 14:8

Al principio de este post mencioné que las historias vinculadas que conforman el patrón profético, muchas veces, también son profecías. Y que, de esta forma, Dios utiliza una misma historia o patrón para profetizar varios eventos.
Esto es una maravilla, ya que una misma profecía puede tener más de un cumplimiento, siendo el mismo texto una guía para los hijos de Dios en diferentes momentos de la historia.
Además, saber que el patrón se ha cumplido en profecías anteriores nos da la certeza de que también se cumplirá en la del tiempo del fin.
Resumen de lo que el patrón nos indica
El propósito de este post no es revelar la identidad de todos los personajes que aparecen en el Apocalipsis.
La gran ramera, el falso profeta, las hijas de la ramera o quién representa el poder civil presente en todo el patrón.
Desenmascarar las verdaderas identidades que estas tipologías proféticas revelan es un tema muy delicado que requerirá una serie completa de posts para que los descubramos juntos, paso a paso, a su debido tiempo.
El objetivo de este post es mostrarte la clave de los «patrones proféticos» que se encuentran en la Biblia para resolver estos tipos de enigmas.
Pero si por casualidad deseas adelantar estudiando este tema por tu cuenta, me gustaría mencionarte a grandes rasgos un resumen de lo que el patrón nos indica. En el tiempo del fin, el pueblo de Dios se dividirá en dos partes bien diferenciadas:
- Un grupo pequeño que se mantiene fiel a Dios
- Y el resto, la gran mayoría, engañados por la gran ramera, embriagados con el vino de su fornicación.
El pequeño grupo señalará el pecado del otro grupo. La gran mayoría se enemistará con el pequeño grupo que señala su pecado y, finalmente, los perseguirá.
Si te fijas bien, el patrón parece indicar que, de los hijos de Dios, habrá dos grupos. No todos correrán la misma suerte. Algunos, como Elías, no morirán y verán la segunda venida de Cristo sin conocer la muerte, ya que Elías, tal como dice en 2 Reyes 2:11, fue trasladado al cielo en un torbellino.
Aconteció que mientras ellos iban caminando y hablando, un carro de fuego, con caballos de fuego, los apartó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino. 2 Reyes 2:11
Y otro grupo, como Juan el Bautista o Jesús, sí morirán, pero luego resucitarán. Tal vez por esto, en Apocalipsis 11, aparecen dos intrigantes personajes llamados «los dos testigos.»
Cuando los describe en Apocalipsis 11:6, a uno lo menciona como aquel que puede cerrar el cielo para que no llueva en los días de su profecía, una característica que coincide solo con Elías.
Estos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva en los días de su profecía… Apocalipsis 11:6
Y al otro lo describe como alguien que tiene poder sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda plaga, una característica que coincide solo con Moisés, quien murió justo antes de entrar en la Tierra Prometida.
…y tienen poder sobre las aguas, para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quieran. Apocalipsis 11:6
En 2 Reyes 1:8, se nos cuenta que Elías vestía ropa de pelo y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero.
—Uno que tenía un vestido de pelo y un cinturón de cuero ceñido a su cintura —respondieron ellos.—¡Es Elías, el tisbita! —exclamó el rey— 2 Reyes 1:8
Mateo 3:4 nos confirma que Juan el Bautista también vestía con pelo de camello y tenía un cinturón de cuero.
Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero alrededor de su cintura, y su comida era langostas y miel silvestre. Mateo 3:4
Y en 1 Reyes 17:1, nos dice que Elías profetizó que no habría rocío ni lluvia en esos años, los cuales Santiago 5 confirma que fueron 3 años y medio.
Entonces Elías, el tisbita, que era uno de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: «¡Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, hasta que mi boca lo diga!» 1 Reyes 17:1
Volviendo al capítulo 11 de Apocalipsis, donde se habla de los dos testigos, en el versículo 3 se menciona que profetizarán por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Y ordenaré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos con ropas de cilicio.» Apocalipsis 11:3

Qué tremendo paralelismo. Otra vez el mismo período de tiempo, ya que 1260 días en profecía son 3,5 años. Y no sé si lo sabías, pero la ropa de cilicio era una vestimenta austera hecha de pelos de cabra o de camello.
Pregunto: ¿si queremos conocer los detalles de estos testigos, no sería lógico estudiarlos a la luz de este patrón?
Sé que para muchos que están leyendo este post, la idea que acabamos de expresar tal vez nunca la habían escuchado o simplemente no encaja con los conceptos que ya tienen establecidos sobre lo que sucederá en el tiempo del fin.
Y que, a pesar de las fuertes evidencias que presentan los paralelismos de este patrón profético, necesitas tiempo para asimilar esta información.
Pero si utilizas la clave de los patrones proféticos en profundidad, será una herramienta que te despejará muchas dudas. Si, a pesar de toda esta información, necesitas mayor evidencia, presta mucha atención a lo que voy a decir ahora.
Antes de la introducción de este post, te mencionaba que te quedaras hasta el final, porque íbamos a ver un segundo ejemplo de patrón profético que te sorprendería.
Existe un segundo patrón en la Biblia, menos conocido, pero no por eso menos útil e interesante, que te ayudará a confirmar que nuestra conclusión va por buen camino.
A lo largo de la Biblia, cada vez que el pueblo de Dios se divide para enemistarse uno con el otro, se observa siempre el mismo sorprendente patrón.
En primer lugar, como el patrón quiere dejar bien en claro que estamos hablando del pueblo de Dios, siempre está representado por el número doce. Y al separarse, siempre de un lado quedan dos y del otro diez. Y son los diez los que se enemistan o se vuelven hostiles contra los dos.

Veamos algunos ejemplos:
Los diez discípulos. En los evangelios hay un hecho donde los discípulos forman dos grupos y uno se enemista con el otro.
El hecho es narrado en Mateo 20. La madre de los hijos de Zebedeo le pide a Jesús sentar a Santiago y Juan, uno a la derecha y el otro a la izquierda. En Mateo 20:24 dice que cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos.
Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. Mateo 20:24
Las doce tribus de Israel. Cuando Salomón terminó su reinado, el reino se dividió en dos: el reino del norte, gobernado por Jeroboam, con las diez tribus de Israel, donde se estableció un culto diferente al que Jehová había mandado, y el reino del sur, gobernado por su hijo Roboam, con las tribus de Judá y Benjamín, donde se mantuvo el culto verdadero, ya que allí estaba el templo de Jerusalén.
Los doce espías que envió Moisés a reconocer la tierra de Canaán. A pesar de ver grandes ciudades fortificadas y hombres de gran estatura, Josué y Caleb decidieron confiar en Dios y conquistar la ciudad, pero los otros diez espías no quisieron y se opusieron al consejo de Josué y Caleb hasta el punto de querer apedrearlos junto con toda la multitud.
José y sus hermanos. Los doce hijos de Jacob, de donde salieron las tribus de Israel. Pero claramente hay una distinción entre los diez que traicionaron a José y José, y luego Benjamín, que nunca llegó a participar de esa traición y fue muy unido a José, ya que ambos venían de la misma madre, Raquel.
¿Tú crees que todo esto puede ser casualidad?
No es casualidad que cuando Abraham negocia con el ángel la destrucción de Sodoma, en la negociación el número se reduzca hasta quedarse en diez. Finalmente, el ángel le dice:
por amor a los diez, no la destruiré. Génesis 18:32
No es casualidad que en la parábola de Lucas 19, Jesús hable de diez minas entregadas a diez siervos.
No es casualidad que en la parábola de Mateo 25, Jesús hable de diez vírgenes.
Los dos representan a los que hacen la voluntad de Dios, y los diez representan a los que se apartan de su voluntad, a quienes va dirigido el llamado de Dios. Representan a los que deben volver al redil.
Seguramente estos patrones te ayuden a entender un poco mejor la naturaleza de los dos testigos, la gran ramera, las hijas de la ramera, los reyes de la tierra, etc.
Pero esto, tal como mencioné antes, será parte de un estudio más profundo, más adelante. En este post solo te comparto la clave de los patrones proféticos, para que puedas ver el potencial de esta herramienta imprescindible en tus estudios de profecía.
Espero, de todo corazón, que este post te haya ayudado a darte cuenta de que analizar los símbolos y las profecías de Apocalipsis sin utilizar la clave de los patrones proféticos es una gran limitación que te hará prácticamente imposible ver el panorama completo y resolver el misterio.
Nos vemos en el próximo post.

Por CHRISTIAN JABLOÑSKI
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