¿Por qué las religiones cristianas difieren en sus creencias si todas basan su fe en el mismo libro, “La Biblia”? ¿Será que la Biblia no es clara? En absoluto, la Biblia es muy clara.
Sin embargo, existe una manipulación eficiente y elaborada del texto bíblico por parte de las religiones para defender las doctrinas falsas que han venido enseñando durante siglos. Esta manipulación no siempre es consciente; a veces es inconsciente.
El motivo o los motivos por los cuales una religión cristiana enseña doctrinas contrarias a lo que la Biblia enseña es un tema muy interesante que se abordará en otro post. Eso sería el “Por qué”.
Pero en este post veremos el “CÓMO”. Analizaremos “cómo”, “de qué forma” se realiza una tergiversación del texto bíblico, la cual es sutil y muy difícil de detectar. Precisamente por eso, cada religión tiene engañados a tantos creyentes cristianos sinceros.
Sin embargo, es fácil de detectar si se cuenta con las herramientas adecuadas. En este post, se presentará un método fácil y simple de interpretación y exégesis, que proporcionará las herramientas necesarias para notar inmediatamente cuando alguien está manipulando o forzando el texto bíblico para hacerle decir a la Biblia lo que no dice.
Sin duda alguna, la comprensión correcta de las doctrinas bíblicas es una de las llaves indispensables para entender las profecías, especialmente las del Apocalipsis.
¿Cómo vamos a entender lo que se enseña sobre la resurrección sin una correcta comprensión de la doctrina del estado de los muertos? ¿Cómo vamos a entender el juicio sin una correcta comprensión de la ley de Dios, o el plan de salvación sin entender el ministerio intercesor de Cristo y la doctrina de la justificación por la fe? Es imposible.
Existe tanto en juego en la correcta comprensión de una doctrina, que, al haber tantas religiones cristianas que difieren en las enseñanzas de sus dogmas, no me puedo arriesgar a depender de la suerte para estar justo en la religión que me enseñe todas las doctrinas correctamente.
Por eso, debemos comprobar por nosotros mismos si estamos en lo correcto. ¿Cómo logramos esto? Aplicando, por supuesto, principios de interpretación y exégesis.
La mayoría de las religiones cristianas están de acuerdo con estos principios de interpretación, que son sencillos y lógicos, pero no siempre los aplican. Estos principios nos protegen de falsos maestros con sus propias interpretaciones, que, te puedo asegurar, abundan.
Existen innumerables libros que hablan de este tema, y cuya lectura puede ser pesada y tediosa. La idea de este post es resumir de forma sencilla estos principios, de modo que podamos entenderlos con ejemplos prácticos y aplicarlos de manera fácil para detectar de inmediato si se está manipulando el texto bíblico.
Índice de Contenidos
¿Cómo saber lo que la Biblia enseña sobre un tema?
Para saber con certeza lo que la Biblia enseña sobre un tema, el paso lógico es muy sencillo:
Hay que analizar todos los textos que hablan claramente del tema que estamos estudiando. Así de simple. Vamos a desglosar esta frase en dos partes:
En primer lugar, se analizan todos los textos. No podemos extraer una enseñanza de la Biblia de un solo versículo, y mucho menos un dogma. ¿Por qué? Por motivos obvios. Si tomo un versículo aislado, puedo demostrar cualquier cosa con la Biblia. Habrás escuchado que un texto sin su contexto es un pretexto.
En segundo lugar, tienen que ser textos que hablen claramente del tema que estamos estudiando. Es fundamental que los versículos estén tratando el tema; y aquí también se encuentra gran parte de las falacias sutiles.
Así que, para no caer en el engaño de la manipulación del texto, es totalmente imprescindible analizar el contexto. Y eso significa, nada más y nada menos, que ver todo lo que la Biblia dice al respecto, y no solo el versículo o los versículos que el predicador o maestro de turno escoge para justificar su doctrina.
Ese contexto lo dividimos en tres:
- Contexto inmediato: La idea central de lo que viene hablando el autor.
- Contexto mediato del autor: Todo lo que escribió el autor sobre ese tema en el resto del libro y en otros libros si escribió más de uno.
- Contexto general de la Biblia: Lo que dijeron el resto de los autores en todos los libros de la Biblia.
Si hacemos esto, si buscamos todos los textos que hablan del tema, y los buscamos sin una idea preconcebida, encontraremos una gran cantidad de versículos con la idea predominante en toda la Biblia, es decir, la doctrina verdadera.
Tengan en cuenta que en teología, al igual que en cualquier ciencia del saber, siempre se debe ir de lo fácil a lo difícil. Y lo lógico para abordar un tema sería ir de un texto sencillo y claro que explica el tema sin ninguna duda, para luego comprender los más complejos y de profundidad teológica.
Si por el contrario, abordamos los versículos de interpretación ambigua sin considerar los que tienen una interpretación obvia, es evidente que hay una intención de manipular el texto.
Entonces, ¿cuáles son las evidencias inequívocas de que se está manipulando el texto?
- En primer lugar, no se muestran, ni se consideran, ni siquiera se mencionan la gran cantidad de versículos que hablan sobre el tema y enseñan la idea predominante. Y si se los menciona porque no tienen más remedio, se los presenta como excepciones aisladas. Luego, se intenta rebatirlos con interpretaciones arbitrarias, es decir, contrarias a toda lógica.
- En segundo lugar, solo se usan textos forzados que justifican una idea preconcebida. Como se presentan sin considerar los textos de la idea predominante, son sí o sí textos fuera de contexto. (Por eso son forzados).
Ahora bien, ¿sabes cuál es la diferencia entre educación y adoctrinamiento? Normalmente, se dice que a alguien le han lavado el cerebro cuando cree algo diferente a lo que nosotros creemos, pero te aseguro que esa no es la definición adecuada.
El adoctrinamiento es cuando alguien te transmite un dogma o doctrina (una creencia indiscutible) imponiéndote su aceptación. Esa imposición puede ser por la fuerza, por medio de amenazas o mediante engaños sutiles, privándote de la libertad de cuestionarla. Cuanto más fuerte es esa imposición, mayor es el grado de adoctrinamiento.
Precisamente por eso, nosotros no solo vamos a quedarnos con los textos encontrados (la idea predominante), sino que también vamos a analizar los textos que normalmente se utilizan para demostrar una idea diferente. Estos textos forzados los vamos a dividir en cinco grupos o tipos diferentes.
Para que alguien utilice cualquiera de estos cinco tipos de textos para demostrar o justificar una falsa doctrina, se necesitan siempre «suposiciones arbitrarias». Es decir, suposiciones basadas en el capricho, en lugar de la razón, ya que no toman en cuenta el contexto.
Aquí está el secreto: para no ser engañado, debes ser capaz de detectar la «suposición arbitraria». Un versículo forzado puede estar dentro de uno o más grupos a la vez, y si aprendemos a identificarlos, nos será más fácil detectar la «suposición arbitraria».
Por este motivo, en todos los casos, los textos forzados deben ser interpretados a la luz de la doctrina verdadera enseñada por el contexto, y no al revés.
Comencemos analizando el primer tipo de textos:
a) Parábolas, metáforas, o historias.
Presten atención a lo que voy a decir ahora, pues esto es de suma importancia: no se puede establecer una doctrina basándose en una parábola. ¿Por qué?
Las parábolas son «breves narraciones simbólicas con una enseñanza moral». Por definición, se trata de un «suceso fingido». Sin embargo, no todas las partes de la parábola tienen una simbología o una enseñanza moral; algunas simplemente están presentes para completar la historia.
Por consiguiente, es imprescindible conocer la doctrina primero para poder identificar «cuál es la aplicación o enseñanza». Esto mismo se aplica a las metáforas, que son figuras retóricas que recurren a un uso figurado del lenguaje, y a las historias bíblicas.
No sabremos por qué están en la Biblia ni cuál es su aplicación o enseñanza, a menos que conozcamos primero las enseñanzas que Dios dejó para sus hijos. Por eso no se puede extraer una doctrina de una parábola, metáfora o historia.
Ahora bien, ¿por qué es importante enfatizar que las parábolas son narraciones simbólicas y que las metáforas tienen un uso figurado? Porque, aunque contengan frases dichas por los apóstoles o el propio Jesús, por definición son sucesos fingidos y nunca deben ser tomados de manera literal.
Veamos un ejemplo práctico de lo que estamos diciendo con la parábola de la oveja perdida que se encuentra en Lucas 15:4-7.
En esta parábola, una persona que tenía 100 ovejas pierde una y deja las 99 para ir a buscar a la perdida. Finalmente, la encuentra y celebra con sus amigos. En la parábola, Jesús termina diciendo:
Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. Lucas 15:7
Entonces, utilizando esta última frase, alguien podría concluir, interpretando, que hay personas en este mundo «que no necesitan arrepentimiento».
Alguien podría decir: «Christian, eso es ridículo» (porque hay muchos textos en la Biblia que afirman que todos hemos pecado y que todos necesitamos arrepentimiento). Pero yo podría argumentar que es así porque Jesús lo dijo en una parábola.
¿Se dan cuenta de que no se puede sacar una doctrina o enseñanza de una parábola si contradice todo lo enseñado al respecto por Jesús, los profetas y los apóstoles?
Es decir, como las parábolas deben ser interpretadas a la luz de la doctrina verdadera enseñada por el contexto, y no al revés, una vez que conozco el contexto, me doy cuenta de que la enseñanza de la parábola es el gozo del cielo por cada arrepentido, y el resto está simplemente para rellenar la historia.
Esto lo explicó muy bien Jesús en Lucas 8:10, cuando dijo:
A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios, pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. Lucas 8:10
En este caso:
- Vosotros: (los que escuchan y conocen la palabra de Dios)
- Los otros: (los que no escuchan y no conocen la palabra de Dios, los cuales “oyendo las parábolas no entienden.”)
Así que siempre las parábolas, metáforas e historias deben ser interpretadas a la luz de las doctrinas verdaderas enseñadas por el contexto, y no al revés.
Pasemos al segundo grupo de versículos forzados.
b) Textos que hablan de otro tema
Estos son textos donde claramente se nota que el autor está hablando de otra cosa y no tratan directamente el tema que estamos estudiando. Esta es una de las formas más sutiles de confundirnos sin que nos demos cuenta.
Cuando un versículo no habla directamente del tema que estamos estudiando, es lógico que debamos proceder de lo fácil y claro a lo difícil, confuso y ambiguo.
Es decir, primero hay que conocer la doctrina; debemos ir a los textos que sí estén hablando del tema para saber si efectivamente podemos relacionar este versículo y cuál es la interpretación correcta.
Para que esto se entienda mejor, pondré un ejemplo no bíblico, es decir, de la vida cotidiana actual, para ser más breve. Los ejemplos bíblicos nos llevarían un poco más de tiempo, y ya los veremos en detalle cuando analicemos cada una de las doctrinas.
Imaginemos que una maestra da un comunicado a sus alumnos:
«Chicos, no debemos esperar a que suene el timbre de final del recreo, que nos indica que debemos entrar al aula, para ir al baño. Debemos ir al baño mientras dure el recreo, antes de que suene el timbre, así una vez termine el recreo nos podemos apresurar a entrar al aula sin demora.»
Entonces, un niño dice: «La maestra quiere que entremos al aula corriendo.»
Es cierto que la maestra dijo que se apresuren a entrar al aula sin demora, pero el comunicado no habla de eso. No trata de la manera en que tienen que entrar al aula, ni mucho menos dice que tienen que entrar corriendo. Esa fue una deducción del alumno.
Esto es lo que se hace continuamente con el texto bíblico, pero con un agravante. El agravante es que tanto en el manual de la escuela como en un par de carteles en los pasillos, está indicado que está prohibido correr en los pasillos.
Conociendo el contexto (manual y carteles en este caso), nos daremos cuenta de que:
- No debemos entrar corriendo.
- La nota habla de ir al baño durante el recreo y no después, y de que tan pronto suene el timbre vayamos al aula.
- La interpretación del alumno fue una «suposición arbitraria» por no tomar en cuenta el contexto.
Presta mucha atención a lo que te voy a decir. Este ejemplo es muy obvio y fácil de entender. Pero cuando un ejemplo contradice una doctrina que ha sido la base de tu fe durante toda tu vida, muchos no lo ven, no lo entienden, no lo pueden asimilar. Tienen un paradigma grabado a fuego que es muy difícil de borrar.
Por eso también, en la Biblia se habla tan severamente de los maestros que enseñan falsas doctrinas.
c) Textos de interpretación ambigua
Se trata de versículos que pueden tener dos interpretaciones posibles. Es crucial, por tanto, que primero conozcamos la doctrina enseñada por los textos que no tienen una interpretación ambigua, para que podamos determinar qué interpretación aplicar en estos casos.
Los textos de interpretación ambigua pueden presentar dos posibles interpretaciones, y para respaldar una falsa doctrina, en ocasiones, se aplica:
- La interpretación menos probable, en el mejor de los casos.
- En muchos casos, una interpretación totalmente improbable, sin considerar la vasta cantidad de textos bíblicos que enseñan lo contrario.
Un ejemplo de un texto que se utiliza con frecuencia para justificar que las personas deben ser bautizadas de bebés es el que se encuentra en Hechos 16:33, que dice:
Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. Hechos 16:33
Quienes defienden esta práctica interpretan la frase «bautizó a todos los suyos» como que también bautizó a los niños pequeños y bebés, usando este texto como prueba de que se debe bautizar a los recién nacidos.
No analizaremos todo el contexto de esta doctrina ahora mismo, pero si simplemente miramos el versículo anterior, que dice:
Y les hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Hechos 16:32
La suposición lógica, considerando el contexto, sería concluir que «todos los suyos» que se bautizaron son los descritos en el versículo anterior, «todos los que estaban en su casa, a quienes les hablaron la palabra del Señor.» Así, no pueden estar incluidos los bebés, quienes no podrían haber entendido la palabra del Señor.
Además, aunque no se tenga en cuenta el contexto, existen otras posibilidades muy probables, como que no hubiese niños pequeños en su familia, y todos fueran mayores de 12 años. Por lo tanto, no podemos usar este versículo para justificar la doctrina del bautismo de los infantes, ya que se basaría en una suposición arbitraria.
d) Textos de traducción ambigua
Como es bien sabido, toda traducción es interpretativa. Los textos de traducción ambigua pueden tener dos posibles traducciones, y para respaldar una falsa doctrina, suelen aplicar la misma estrategia que en el caso anterior de interpretación ambigua:
- A veces, se aplica la traducción menos probable, en el mejor de los casos.
- En muchas ocasiones, se utiliza una traducción totalmente improbable, al no considerar el contexto en su totalidad.
Es fundamental, como siempre, que primero conozcamos la doctrina para poder discernir cuál traducción aplicar.
Veamos un ejemplo bíblico, sin detenernos demasiado en él. Para justificar la doctrina de la inmortalidad del alma, se cita repetidamente el texto de Lucas 23:43, donde Jesús le dice al ladrón en la cruz:
De cierto, de cierto te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23:43
Quienes emplean este texto interpretan que es evidente que al morir, el alma va al cielo; por eso Jesús le pudo decir al ladrón que ese mismo día su alma estaría en el paraíso con Él.
Aquí encontramos un típico caso de traducción ambigua, pues las comas simplemente no existían en el griego del Nuevo Testamento; aparecieron siglos después. Por lo tanto, dependiendo de dónde se coloque la coma, Jesús pudo haber dicho también:
«De cierto, de cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso.»
En mi opinión, esta es una de las manipulaciones bíblicas más descaradas, pues se sabe con certeza que esta es la traducción correcta por varias razones. Una de ellas, que basta para fundamentar esta postura, es la siguiente:
Cuando Jesús resucita, lo primero que le dice a María en Juan 20:17 es:
No me toques, porque aún no he subido a mi Padre. Juan 20:17
Por lo tanto, la suposición lógica, considerando el contexto, es que Jesús nunca le pudo haber dicho al ladrón que ese mismo día estaría en el paraíso, ya que Jesús mismo dejó en claro que el domingo aún no había ascendido.
Así, esta interpretación se basa en una suposición arbitraria y, en mi opinión, es una de las manipulaciones bíblicas más evidentes, dado que, de las dos posibles traducciones, se toma la totalmente improbable.
e) Los textos que están fuera de contexto socio-cultural
Cuando analizamos los textos bíblicos, es crucial entender su significado original y cómo se relacionan con el contexto socio-cultural de la época. Aquí hay dos preguntas clave que debemos hacernos:
- ¿Qué quería decir el texto en esa época, en ese lugar, en esa cultura?
- ¿Cuál era el problema de la época o lugar que el autor estaba tratando, y cómo podría diferir del tema que estamos estudiando hoy?
Como siempre, primero debemos conocer la doctrina que la Biblia enseña para determinar si el significado o el tema están fuera de contexto.
Para finalizar los pasos sobre las evidencias de manipulación del texto bíblico, en tercer lugar, se presentan estos textos forzados como argumentos irrefutables, ignorando, insisto, el contexto indispensable para interpretar el versículo correctamente.
Aunque no es el tema principal de este post, es importante señalar que esta situación de enseñanzas con falsas doctrinas a través de la manipulación del texto bíblico está claramente advertida en la profecía bíblica con una simbología rica.
Hay muchos textos en la Biblia que indican que la sangre de Cristo, representada por el jugo de la vid, simboliza la palabra de Dios o la doctrina verdadera. Por ejemplo, en Juan 6:53, donde se dice:
Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Juan 6:53
Y luego, en el versículo 63, aclara:
Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63
La palabra de Dios adulterada (falsa doctrina) se representa como el «vino de la fornicación», ya que es la verdad fermentada o adulterada. Aquellos que transmiten esta falsa doctrina son llamados falsos maestros, contra los cuales hay muchas advertencias contundentes en la Biblia. Un ejemplo de esto es 2 Pedro 2:1, donde se menciona que tendrán «destrucción repentina».
Hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y hasta negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2 Pedro 2:1
Los que saben que están equivocados y aún así continúan enseñando (es decir, engañando a conciencia) se transforman en lo que la profecía llama «falso profeta», algo gravísimo hasta el punto de que en Apocalipsis 19:20 y 20:10 se les asigna el mismo castigo que al Dragón y a la Bestia.
La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Apocalipsis 19:20
Y el diablo, que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Apocalipsis 20:10
Cuando en Apocalipsis 12:9 se dice que Satanás engaña al mundo entero, el tercio de la población cristiana de nuestro planeta no queda fuera de esta afirmación. Todo este sistema de engaño creado por las religiones cristianas la profecía lo llama «Babilonia» (que significa confusión).
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. Apocalipsis 12:9
Con respecto a los creyentes, mientras estén en el error porque desconocen la verdad, son el «pueblo de Dios invitado a salir de Babilonia». Sin embargo, aquellos que, habiendo conocido la verdad, no la aceptan, son llamados los que «están embriagados con el vino de la fornicación».
Son los que no pueden abandonar el error, al igual que un borracho no puede dejar el alcohol y finalmente se pierde en su vicio. La simbología, sin ninguna duda, es otra llave para entender el Apocalipsis.
En Apocalipsis 18:2-4, hablando de ella, dice: «ha caído Babilonia». Y luego hay una advertencia crucial para el pueblo de Dios:
Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas. Apocalipsis 18:4
Al final, el destino de aquellos que persisten en las falsas enseñanzas será el mismo que el de los falsos maestros, por haber confiado más en los hombres que en la palabra de Dios.
Te invito a repasar las enseñanzas de la Biblia utilizando estas herramientas, y te aseguro que te vas a sorprender. Así podrás salir de Babilonia, ya que de esta decisión puede depender tu salvación y la de tu familia.
Por CHRISTIAN JABLOÑSKI
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