¿Quién es el Espíritu Santo según la Biblia?

En este post vamos a explorar en profundidad las enseñanzas bíblicas del Espíritu Santo, cuya influencia es profunda y transformadora.

¿Quién es este ser divino? ¿Qué papel desempeña en nuestras vidas y cómo su presencia nos guía y fortalece?

Las tres creencias principales acerca del Espíritu Santo

Vamos a repasar de forma breve, a través de un gráfico, las tres creencias principales que existen actualmente sobre el Espíritu Santo en el mundo cristiano, así podemos analizar cada una de ellas.

En primer lugar, tenemos la creencia más difundida y aceptada de la trinidad, donde el Espíritu Santo, al igual que Dios Padre y Dios Hijo (Jesucristo), son tres personas diferentes que conforman un Dios trino.

En el video donde hablo de la trinidad y de la divinidad de Cristo, explico que Dios es uno en cierto sentido y a la vez son tres en otro sentido. Son uno en voluntad, propósito, carácter, esencia y sustancia. Y son tres en personas y funciones.

Por otro lado, están aquellos que niegan la trinidad y perciben al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo de una forma totalmente diferente. Se dividen en dos grandes grupos.

Por un lado, está la creencia llamada «unitarismo» donde sólo el Padre es el único Dios, y el Hijo (Jesucristo) es la primera y más importante creación de Dios, pero no es Dios en el mismo sentido que el Padre, ni coeterno a Él. Y el Espíritu Santo es una fuerza o poder que emana de Dios, pero no es una persona.

Y el otro grupo es la doctrina de la «unicidad», también llamada «modalismo».

Consiste en la creencia de que, en realidad, no son tres, sino que es la misma persona manifestada en tres «modos» diferentes, pero no son tres personas.

Empecemos primero explicando la unicidad o modalismo.

Unicidad o Modalismo

Se le llama modalismo porque es una doctrina que sostiene que Dios se manifiesta en tres «modos» diferentes: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Es decir, es un solo ser divino que se manifestó en el Antiguo Testamento como Padre, durante la vida de Jesús se manifestó como Hijo, y a partir del Pentecostés se manifestó como el Espíritu Santo, siendo la misma persona.

Por consiguiente, el modalismo no se centra tanto en demostrar que es un poder o que no es una persona, sino que se concentra en demostrar que es el mismo Dios Padre manifestado de un «modo» diferente, negando la existencia de tres personas.

El principal argumento es, por supuesto, mostrar aquellos versículos que dicen que Dios es uno. Con respecto a este punto, lo explico detalladamente en el video de la trinidad que mencioné anteriormente, pero déjame que te lo resuma en un minuto.

Decir que Jehová son tres personas no contradice en absoluto los textos que dicen que son uno, ya que son uno en un sentido, pero son tres en otro.

Es tan sencillo como que me oigas decir que todos los seres humanos son iguales, y luego me acuses de contradecirme porque luego me oíste decir que todos los seres humanos son diferentes.

No hay contradicción ninguna. Ambas afirmaciones son correctas. Son iguales en algunos sentidos, como que todos respiramos aire, tenemos un corazón y necesitamos amor, etc.

Pero somos diferentes en otros sentidos, con un único ADN, huellas digitales e iris. Cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles.

De la misma forma, Dios es uno en cierto sentido y son tres en otros sentidos. Dios es uno en voluntad, propósito, carácter, esencia y sustancia, pero son tres en personas y funciones.

Hay dos palabras hebreas que se traducen como «uno» en español, y cada una de ellas tiene matices diferentes:

  • (ejjaad): significa uno enfatizando una unidad compuesta de partes (una unidad entre varios),
  • (iajjid): se usa en contextos que enfatizan una unidad singular de algo (es decir, no compuesta) en el sentido de «único».

Siempre que la palabra «uno» se refiere a la deidad, es decir, califica a Dios, se utiliza la palabra ejjaad.

Como por ejemplo, en el caso de la Shemá, una de las principales plegarias del judaísmo que se encuentra en Deuteronomio 6, versículo 4, y dice:

«Shemá Israel, Adonái Elohénu, Adonái Ejjaad».

«Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es».

Es la plegaria más sagrada del judaísmo y base de la afirmación de su fe monoteísta. Como podemos ver, utiliza la palabra ejjaad que enfatiza la unidad compuesta de partes, al igual que el resto de los versículos que te dejo aquí a modo de ejemplo.

Por otro lado, la palabra (iajjid) nunca fue utilizada como adjetivo de la deidad. Pregunto, ¿si Dios hubiese querido aclarar que Él no es una trinidad, no hubiese sido más lógico que en los textos donde Él dice que es uno, usar la palabra (iajjid), que tiene un sentido de unicidad y de único, en vez de utilizar la palabra ejjaad que tiene un sentido de unidad entre varios?

Por supuesto que esto no es una conclusión filosófica o caprichosa, sino que está basado en una gran cantidad de argumentos bíblicos y teológicos presentados en el video que hice referencia anteriormente, donde hablo de la trinidad y de la divinidad de Cristo, y en este post donde nos centraremos en la persona del Espíritu Santo.

Lo primero que me gustaría hacer es mostrarte algunos textos utilizados para argumentar a favor del modalismo, interpretando con ellos que no hay tres personas, sino que es una sola manifestada en tres modos diferentes.

Como verás, se basan en algunas frases de la Biblia que, lejos de ser contundentes, son de interpretación ambigua.

Sin embargo, son tantos los versículos que claramente dan a entender que son tres personas diferentes, que es imposible interpretar los versículos anteriores como lo interpretan los modalistas. Vamos a repasarlos y juzga por ti mismo.

Dios envía al Espíritu Santo a través de Jesús. En Juan 14:26 dice: «Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre».

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 14:26

Y en Juan 15:26 expresa la misma idea con otras palabras:

Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Juan 15:26

Esto sugiere una interacción entre personas distintas, porque no tendría sentido enviarse uno a sí mismo, y mucho menos cuando aclara que es a través de Jesús.

También encontramos varios versículos donde hablan entre ellos, específicamente Jesús hablándole al Padre. En Juan 11:41.

Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo:
—Padre, gracias te doy por haberme oído. Juan 11:41

La Biblia está llena de versículos de Jesús hablándole al Padre. Aquí te dejo algunos ejemplos:

 

Obviamente, es ridículo pensar que son el mismo si uno le habla al otro, ¿no te parece?

En la Biblia hay tres ocasiones donde Dios habló desde los cielos mientras Jesús estaba en la tierra: en el bautismo de Jesús, en la transfiguración y en el templo poco antes de la pasión. Aquí te dejo los versículos.

 

Al igual que el caso anterior, es imposible que sean el mismo si Jesús está en la tierra y la voz viene del cielo.

También hay versículos donde afirman que se aman el uno al otro, como por ejemplo Juan 14:31 que dice que Jesús ama al Padre.

Pero para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. ¡Levantaos, vámonos de aquí! Juan 14:31

O Juan 15:9 donde dice que el Padre ama a Jesús.

Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Juan 15:9

Y, podríamos seguir mostrando versículos que muestran claramente que son personas diferentes ¡hasta aburrirte! 

¡Son tantas las evidencias! Que cuesta creer que haya tantas personas que sean «modalistas» convencidas de que las tres personas de la deidad sean el mismo, y como consecuencia, que el Espíritu Santo sea el mismo que Dios Padre.

Sin embargo, quiero decirte que yo he escuchado a teólogos, con un alto conocimiento, especialmente judíos mesiánicos, a los cuales respeto mucho, que piensan de esta manera.

La concepción monoteísta profundamente arraigada, inculcada durante toda la vida desde la infancia, muchas veces viene unida a la falsa convicción de que aceptar la Trinidad equivale a la idolatría. Y esta creencia obstaculiza la capacidad de interpretar o comprender los versículos bíblicos que acabamos de leer, por más claros que sean.

Albert Einstein capturó la esencia de esta dificultad al afirmar: «Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio».

Creo realmente que el tema del modalismo no necesita más explicación, así que pasemos al unitarismo.

Unitarismo

Tal como dijimos anteriormente, dentro del unitarismo se concibe al Espíritu Santo como una fuerza o poder que emana de Dios, y por lo tanto, no es una persona. Esta creencia es denominada «dinamismo».

Por eso se llama «dinamismo», porque proviene de la palabra griega «δύναμις» (dynamis), que significa «poder», «fuerza» o «capacidad».

¿Encontramos en la Biblia versículos que indican claramente que el Espíritu Santo es una persona? La respuesta es un rotundo sí.

La Biblia está llena de versículos que expresan que el Espíritu Santo es una persona, otorgándole características que en absoluto coinciden con un poder.

Aquí te muestro varios de ellos:

  • El Espíritu Santo habla.

Ministrando estos al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.» Hechos 13:2

El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.»  Hechos 8:29

  • El Espíritu Santo enseña.

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 14:26

  • El Espíritu Santo escudriña, propio de alguien pensante.

10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios, 11 porque ¿quién de entre los hombres conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 1 Corintios 2:10-11

  • El Espíritu Santo puede ser contristado, no tiene lógica que un poder se entristezca.

Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Efesios 4:30

  • Se le puede mentir, esto sólo puede ocurrir si es una persona. Y, dicho sea de paso, esa persona también es Dios, ya que el texto, en el siguiente versículo, termina diciendo “No has mentido a los hombres, sino a Dios.»
Pedro le dijo:
—Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo y sustrajeras del producto de la venta de la heredad? Hechos 5:3
  • El Espíritu Santo tiene voluntad, la capacidad de distribuir dones como él quiere, prohibir u ordenar según su propia voluntad sugiere una mente pensante y deliberada.

Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.          1 Corintios 12:11

Atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Hechos 16:6-7

19 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: «Tres hombres te buscan. 20 Levántate, pues, desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado». Hechos 10:19-20

  • El Espíritu Santo intercede, interceder significa hablar en favor de alguien. Si el Espíritu habla en favor nuestro a Dios, no puede ser un poder o fuerza. ¿No te parece?

26 De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Romanos 8:26-27

  • El Espíritu Santo puede ser ultrajado o insultado.

¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisotee al Hijo de Dios, y tenga por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado y ofenda al Espíritu de gracia? Hebreos 10:29

Todos estos versículos, y muchos otros, demuestran de forma clara y contundente que el Espíritu Santo es una persona y no un poder de Dios Padre.

Pero pasemos entonces ahora a analizar los argumentos utilizados por los unitarios para defender el dinamismo.

Lo primero que nos preguntamos es, ¿qué explicación dan aquellos que afirman que el Espíritu Santo es un poder a todos estos versículos que demuestran lo contrario?

Bueno, ellos explican que es una «personificación», como por ejemplo el caso de Lucas 7:35 donde Jesús personifica a la sabiduría adjudicándole hijos.

Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos.           Lucas 7:35

Sin embargo, tú puedes argumentar una personificación cuando hay un caso o dos como mucho, y con una característica específica, ya que es un recurso literario poco frecuente. Pero no puedes hablar de personificación cuando en tantísimos versículos se describe al Espíritu Santo lleno de características propias de una persona.

Veamos otros argumentos utilizados por los unitarios que creen en el dinamismo, con los cuales consiguieron confundir a algunos creyentes.

Algunos versículos dejan claro que es el Padre el que envía al Espíritu Santo, como los que te dejo aquí: 

Entonces aquí surge el argumento que los unitarios utilizan para demostrar que es un poder que emana del Padre y no una persona: ¿Cómo podría Dios enviar a un ser igual a Él?

Bueno, de forma superficial, en principio pareciera ser un buen argumento. Sin embargo, no debemos olvidar que hay también muchos versículos que afirman que es Dios el que envía a Jesús, como los que te muestro a continuación.

Y nadie niega que Jesús sea una persona. Así que, si Dios Padre puede enviar a Dios Hijo, también puede enviar a Dios Espíritu Santo.

Otro argumento que presentan es que una persona no puede ser «derramada» sobre los hijos de Dios, como dice Hechos 2,

»“En los postreros días —dice Dios—,
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
vuestros jóvenes verán visiones
y vuestros ancianos soñarán sueños; Hechos 2:17

ni tampoco podría ser «bebida» tal como exclamó Jesús en Juan 7,

37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
—Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Juan 7:37-39

o «llenar» a otra persona tal como ocurrió en el Pentecostés o como se explica en Efesios 5.

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, Efesios 5:18

Y entonces argumentan que sería muy extraño que una persona de la divinidad sea derramada dentro de otra persona, y que estas acciones son más propias de un poder que se otorga que de una persona de la divinidad.

Sin embargo, otra vez, al igual que el caso anterior, Cristo también habla de que debe ser bebido o incluso comido por sus seguidores, y que Él vive en nuestro interior, como muestro en estos versículos.

Es decir, Jesucristo, quien nadie niega que es un persona, es bebido y habita en nosotros al igual que el Espiritu Santo. Así que ninguno de estos argumentos sirve en absoluto para demostrar que el Espíritu Santo no es una persona.

Aunque de alguna manera la pregunta aún permanece: ¿Cómo es esto de que el Espíritu Santo o Cristo puede entrar en nuestro cuerpo y podamos ser llenados de ellos?, la mayoría, ante esta pregunta, dirá “no lo entiendo”.

No te preocupes, yo tampoco lo entiendo del todo. Pretender entender todos los detalles de este proceso es como querer entender todos los detalles de la encarnación de Cristo. Hay cosas que la Biblia no nos revela «cómo» ocurren, simplemente nos dice que ocurren.

Pero quiero decirte que Dios no nos dejó a ciegas con este tema. No existe mejor maestro que Dios, y su didáctica es extraordinaria. Para que nosotros podamos entender este proceso de cómo Cristo y el Espíritu Santo entran en nuestra vida y podemos ser llenados de ellos, Él usó tres simbologías magistrales.

Las cuales explico en uno de mis primeros posts, cuyo link te lo dejo aquí. Pero igual te lo resumo:

Tenemos la simbología de la siembra, donde Jesús es la semilla, el Espíritu Santo es el agua y nosotros la tierra. Si aceptamos a Cristo y al Espíritu Santo, nos convertimos en frutos con semillas.

Esta simbología nos enseña que gracias al crecimiento de la semilla (es decir, Cristo en nosotros) y al riego constante del Espíritu Santo, somos transformados en un árbol que da fruto. De ese fruto saldrán semillas, como Jesús, nuestro ejemplo.

En la simbología del candelabro, Jesús está representado por el fuego del altar del sacrificio, el Espíritu Santo por el aceite del candelabro y nosotros somos los brazos del candelabro. Si aceptamos el fuego y el aceite, nosotros también seremos fuego que alumbra.

Esta simbología nos enseña que gracias al fuego del altar y al aceite del candelabro, nos transformamos en llamas que iluminan y así nos convertimos en la luz del mundo, como lo fue Cristo, nuestro ejemplo.

Y en la simbología del pan y del vino, ocurre lo mismo. El cuerpo de Cristo, su carne y su sangre, son representados por el pan y el vino. El aliento de vida, el ruaj, es el Espíritu Santo, y nosotros, como cuerpo de Cristo, nos convertimos en una parte importante y funcional de su cuerpo.

Esta simbología también nos enseña que gracias a que comemos y bebemos el cuerpo de Cristo, recibimos el aliento de vida del Espíritu Santo y entonces participamos del cuerpo de Cristo, y cada uno forma una parte del cuerpo que luego ayudará a compartir el pan de vida con otros, como hizo Cristo.

Estas simbologías te van a ayudar muchísimo a entender la obra de Jesús y del Espíritu Santo en nuestras vidas. Con estas ilustraciones podemos sacar muchísimas conclusiones. Te dejo para que tú mismo las encuentres.

Pero déjame solamente resaltar que los versículos que hablan de que el Espíritu Santo «es derramado» en nuestro interior, y «podemos ser llenos» de él como quien es lleno de agua, aceite o del aliento de vida, sin ninguna duda, encajan a la perfección con la simbología que Dios nos da en la Biblia.

Y obviamente son éstas las frases simbólicas, y no las frases que le otorgan al Espíritu Santo la característica de persona, y que los unitarios dicen que son «personificaciones».

Dicho sea de paso, esta simbología también explica por qué Jesús y el Espíritu Santo son enviados por el Padre. Porque de esta forma nos enseña que es la Trinidad completa la que trabaja toda en nuestra transformación y salvación.

Espero que este post te ayude a desenmascarar los falsos argumentos utilizados para negar las tres personas de la deidad, y que finalmente puedas reconocer que el Espíritu Santo es Dios en nosotros.

Nos vemos en el próximo post.

Por CHRISTIAN JABLOÑSKI

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